viernes, 17 de agosto de 2012

-Capítulo 8 “After Hours”.


Mientras con John & Kate:   
Ambos se encontraban en una habitación haciéndolo, como si dichas palabras por Kate se le hubiesen olvidado al estar con John. Segundos después de improvisto algo la detiene.

 Kate: Johnny, lo siento. Aquí no. –coloca una mano sobre el desnudo pecho de John-
John: Ay, Kate, ¡vamos! ¿Qué te sucede? –intenta seguir con su “tarea”-
Kate: Es sólo que no puedo. Mejor vamos a tu casa, ¿sí? –le da una vaga sonrisa-
John: Bien… -acepta de mala gana y rápidamente comienza a vestirse-
Se dirigen en un taxi a la casa de los Fab, ya que los demás se habían ido en el otro vehículo.
Estando allá él toma a Kate de la mano y suben corriendo a su cuarto.
Kate: ¿Estás seguro de que no hay nadie? –preguntó con algo de temor-
John: No tengo idea. Supongo que no. Da igual.
Kate: Oh, bien. –asintió-
En otra parte de la casa:
Ringo: Ven, Izzy, vamos a ver si Paul está aquí con Michelle.
Izzy: Sí, además me preocupa Mich.
Suben al cuarto de Paul y para su sorpresa ambos nos encontrábamos dormidos sobre la cama.
Izzy: Con que aquí estaban. –nos observó de reojo-
Ringo: Mejor dejémoslos dormir. Vamos. –nos cubre con una manta que se encontraba por ahí y se retira-
Izzy: Ringo, ¿dónde dormiré yo?
Ringo: En mi habitación, seguro. Yo dormiré en el cuarto de huéspedes. Ven, por aquí es. –le enseña el lugar-
Izzy: Vaya, es realmente hermoso. –comienza a mirar detenidamente-
Ringo: Gracias. Bien, ahí tienes un pijama. Si necesitas algo sólo me llamas. Buenas noches, linda.
Izzy: Gracias a ti. Adiós, descansa. –le besa en la mejilla y cierra la puerta-
Ringo durmió en la habitación de huéspedes, Izzy en la de él, George en la suya, y John y Kate “durmieron” por decir algo, en la de él, mientras que Paul en la suya junto a mí.
A la mañana siguiente:
Despierto algo desconcertada al no recordar en dónde me había dormido la noche anterior, y al notar que aquel lugar no era mi casa. Miré un reloj que se encontraba sobre una mesita y marcaba las 11 de la mañana. “¿Tanto dormí?” “Demonios, ¿dónde estoy?” Eran las primeras preguntas que me hice a mí misma. Me volteo a ver al otro lado de la cama, pero estaba vacío; al instante recordé: Paul. This bird had flown…
En ese mismo momento se sienten unos pasos provenientes del pasillo, que se acercaban cada vez más, hasta detenerse en la puerta. Era él. Entró y traía una bandeja con desayuno y una enorme sonrisa.
Paul: ¡Buenos días, preciosa! ¿Cómo amaneciste? –me entrega la bandeja y se sienta a mi lado-
Yo: Pues… muy bien. Paul… ¿En dónde estamos? –pregunté con algo de curiosidad-
Paul: En mi casa. ¿Qué no recuerdas?
Yo: Oh, claro. Es que bebí, eso debe ser.
Paul: Hahahaha, aceptaste venir. En fin, te traje el desayuno. –me vuelve a sonreír adorablemente-
Yo: Ay, no debiste molestarte.
Paul: Pero lo hice. –guiña un ojo-
Él se recuesta a mi lado, toma uno de los pasteles que me había traído, una taza de café y enciende la TV. Justo en ese instante pasaban Love Me Do.
Yo: ¡Dios, amo esta banda! –exclamé al ver a los cuatro chicos-
Paul: Yo amo a alguien que está aquí, y no necesariamente es la banda.
Me encontraba tomando café, y al oír eso provocó que me atragantara, haciendo una leve tos.
Paul: Mich, ¿te encuentras bien?
Le asentí y seguí bebiendo el café.
Al terminar el desayuno Paul bajó a dejar las cosas, aproveché y rápidamente me puse de pie, tomé mi ropa que se encontraba sobre una silla, me vestí, tomé mi bolso y bajé para despedirme de los chicos, pero algo me detuvo. Encontré la puerta entre abierta de una habitación, y vi a ¿Izzy?
Yo: ¿Izzy? –miré hacia ambos lados y entré- ¡Izzy! –grité y cayó de la cama-
Izzy: Vaya, qué sutil eres para despertarme. –bostezó- ¿Qué quieres?
Yo: Cómo que qué quiero. ¿Qué haces aquí?
Izzy: Ringo me invitó, ¿no es una ternura?
Yo: ¿Ringo? Ah, bueno…
Izzy: ¿Y tú? ¿Por qué no avisas, eh? –alzó ambas cejas, como insinuándose-
Yo: ¿Avisar? ¿De qué hablas? –la miré con extrañeza-
Izzy: No te hagas. ¡De lo tuyo con Paul! Te vi; estaban durmiendo juntos, y no lo niegues.
Yo: Pues, sí… pero no pasó nada.
Izzy: ¿Segura…? –seguía con la misma expresión-
Yo: Sí. –afirmé-
Izzy: ¿Segurísima? ¿Por la garrita? –levantó su dedo meñique-
Yo: Sí, por la garrita. –hice lo mismo-
En ese instante aparece Ringo.
Ringo: Hola, Mich. Buenos días, Izzy. –le sonríe-
Izzy: Buenos días. –se sonroja y se arregla el cabello, ya que acababa de despertar-
Ringo: Hey, baja a tomar desayuno con los demás, ¿quieres?
Izzy: Sí, sí quiero. –dijo torpemente- Bien, me vestiré. –cerró la puerta-
Al salir mi sorpresa fue grande al encontrarme con otra chica que salía de un cuarto, con el cabello alborotado, que vestía con suerte una camisa de hombre y ropa interior. Me dirigí hacia ella.
Yo: Disculpa, ¿tú… -pero no alcancé a terminar la frase, al notar que era nada más ni nada menos que Kate- ¿Kate? ¿Qué estás haciendo aquí? –me cubrió la boca-
Kate: Shhh, baja la voz. ¿Prometes no hacer un escandalo por esto? –tenía amabas manos ocupadas en taparme la boca, pero al asentir que soltó- Mich… creo que lo hice con John.
Yo: ¿Aaaaaah?! –dije casi gritando-
Kate: Ay, ¡shhh! Te dije que hablaras más bajo, no quiero que lo despiertes.
Yo: ¿Creo? Sí o no. Pero Kate, lo acabas de conocer, y además tienes a Blane.
Kate: Lo sé, lo sé, soy lo peor.
Yo: ¿Por qué tienes que ser tan… tan… impulsiva?
Kate: Sólo pasó. Estaba ebria. Ahora necesito que me saques de aquí.
Yo: ¿Y dejarás a John solo? ¿Lo vas a abandonar?
Kate: Claro que sí. Fue sexo y ya. Yo fui una de las tantas para él, como lo fue para mí. Un error.
Yo: Ash… Sé que esto no está bien, pero te ayudaré. Anda, ve por tu ropa.
Kate: Sabía que podía contar contigo. Gracias, Mich, eres la mejor. –me abraza, entra rápidamente a la habitación y a los segundos vuelve a aparecer-
Yo: Bien, bajaré y los distraeré un rato, mientras tú aprovechas de salir.
E hicimos lo acordado. Kate logró huir. Mientras que yo aproveché de despedirme de Paul.
Yo: Paul, gracias por todo, pero creo que es mejor que me vaya.
Paul: ¿Tan pronto? Pero, Michelle… -la frase se vio interrumpida por un recién despierto John, que apareció de la nada y preguntó:
John: Hey, ¿no vieron a una chi… -al vernos ahí no continuó-
Izzy: ¿A quién?
George: ¿Trajiste otra vez a una chica a casa que te abandonó? Ay, Lennon…
Al notar a John desconcentrado, y un tanto preocupado sentí culpa al no decirle lo que sabía.

lunes, 6 de agosto de 2012

-Capítulo 7 “Video Games”.


Yo: Hey. –lo detuve-
Paul: ¡Iba a ser el último! – sonrió pícaramente-
Yo: Ay sí, claro. –le devolví el gesto-
Ambos nos fuimos caminando hasta llegar a la famosa “casa Beatle”.  Los cuatro vivían en una misma casa.
En el camino fuimos conversando sobre nuestros gustos y anécdotas, olvidando por completo la fiesta, y más aún a Jake.
Paul: ¿Tienes frío?
Yo: Un poco...
Paul: Ten. –me entrega amablemente su chaqueta colocándola sobre mi espalda- 
En un rato él se detiene frente a la que parecía ser su casa. Aquel lugar era enorme y su vez bellísimo.
Here


Paul: Vamos, pasa, ésta es tu casa.
Una vez adentro. Me senté en el sofá de aquella espaciosa sala junto a Paul.
Paul: ¿Te sirvo algo?
Yo: Claro, me quieres embriagar y luego llevar a tu cuarto a hacer quizás qué cosas, ¿no?
Paul: ¿Qué?! –dijo abriendo los ojos sorprendido-
Yo: ¡Es broma! Hahaha y no, muchas gracias.
Paul: Hahaha, ok... –dirigió su mirada al piso por unos segundos, y seguido agregó: ¿Tienes sueño?
Yo: La verdad… -bostecé de la nada- Sí.
Paul: ¡Duerme en mi habitación! Yo dormiré en la de George, de seguro no le molesta.
Yo: ¿Estás seguro? No quiero incomodarlos, créeme.
Paul: No, no hay problema, linda. Anda. –se levanta del sofá, sube las escaleras y me enseña el lugar en donde se encontraba su cuarto- Aquí es.


Yo: Vaya, qué lindo es. ¿Tú lo decoraste? –dije mirando a mi alrededor-
Paul: Sí, todos decoramos nuestras habitaciones. –comienza a buscar en su armario y me entrega algo que parecía ser uno de sus pijamas- Bueno, ten.
Yo: Muchas gracias, enserio, Paul. –lo abracé y éste me besa muy cerca de los labios- Ohm, bueno, adiós. Que tengas una linda noche. –junté la puerta pero al tonarlo él la detiene-
Paul: ¡Espera! -¿Podemos conversar?
Yo: Seguro, sólo deja ponerme tu pijama. –me fui al baño- Ay, tiene su olor.
Salí del baño y Paul estaba sentado al borde de su cama esperando a que yo saliera.
Paul: Oh, pero qué sexy te vez. –se echó a reír-
Yo: Há-há. –me senté junto a él-
Paul: Michelle, de verdad yo… Te amo.
Yo: Paul…-permanecí en silencio unos segundos- Tú me gustas, y mucho.
Bien, se lo dije, de verdad, ahora lo confirmé: Me gusta. Ya no había nada más que decir, estaba dicho: lo amaba y él a mí.
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de James al oír aquellas palabras, una declaración. Tomó mi rostro con ambas manos y me besó dulcemente. Seguido nos recostamos sobre su cama, y él comenzó a acariciarme el cabello; conversando hasta dormirnos. No podía ser más perfecto.
Con los demás:
-¡Katie, cariño! –un chico se acerca a ellos-
Kate: ¡Amor mío! –lo saluda con una falsa sonrisa de desagrado-
John: ¿Amor mío? ¿Acaso tienes novio?
Kate: Al parecer sí. Ni me acordaba.
Blane: Cariño, ¿dónde estabas? Te busqué toda la noche.
Kate: ¿De verdad lo quieres saber? –comienza a narrar fantásticamente- Bien… me encontraba sola, a la deriva de la noche, caminando tranquilamente hacia este lugar, sólo pensando el ti, claro está, cuando de la nada aparecen unos hombres que querían aprovecharse de mí, pero luego este valiente caballero que ves a mi lado salió para defenderme. Le debo la vida.
John: Ah, sí, sí. –le siguió el juego-
Blane: Oh… ya veo… Gracias, supongo.
La verdad es que Blane no le creyó un una sola palabra, pero fingió que sí. Kate era muy bella, y las posibilidades de él para volver a estar con una chica como ella era nulas. Sin embargo Kate jamás le prestó debida atención a Blane, de hecho ni lo recordaba, tan sólo era otro más de sus tantos novios.
Blane: Ah… iré por algo de beber, ¿quieres algo, querida?
Kate: Sí, trae una botella de Jack Daniel’s, ¿quieres?
Blane: Claro, ya vengo, eh. –se retira-
Kate: Ven, es ahora o nunca, ¡sube! –toma de la mano a John y suben al balcón del segundo piso de la casa de Rita-
¿Qué te pasa, John?
John: Me hubieras dicho que tenías novio, ¿no crees? –dijo fríamente mientras encendía un cigarrillo-
Kate: Johnny… de verdad lo siento… Que yo esté con Blane no significa que tú y yo no podremos seguir… -le interrumpe-
John: ¿Blane? ¿Se llama Blane? ¡Ése es un nombre de electrodomésticos! ¡Ni siquiera es un nombre! –exclamó-


Kate: ¿Y eso qué tiene que ver?!
John: ¿Lo amas? ¡Dime la verdad!
Kate: ¡Claro que no! ¡Ni siquiera me acordaba de él! Ay, ¿por qué te estoy diciendo todo esto? ¡Te acabo de conocer, no te bebo explicaciones! –se levanta molesta de su asiento-
John: ¡No, espera! –la toma del brazo, evitando así que se fuese y la besa-
Ambos comenzaron a besarse una y otra vez, hasta que la cosa se fue subiendo de tono. John pasa su mano por sobre la rodilla de Kate, haciendo que ésta lo detuviera de inmediato.
Kate: ¿Qué haces? Si crees que lo haré contigo estás loco. No soy de esas chicas fáciles a las que acostumbras.
Con Izzy & Ringo:
Se encontraban en una esquina, desparramados en el sofá, el sueño les ganó al parecer.
Izzy: Ringo… -empezó a tócale el hombro para hacerlo despertar- ¡Ringo! ¿Estás despierto?
Ringo: ¿Ah? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? –saltó del sofá- ¡Izzy! Sí, ahora estoy despierto.
Izzy: Oh, perdón. –rió- Me preguntaba si tú.. pudieras… llevarme a casa… por...fa… -dijo tímidamente- No sé donde está Michelle y yo no quiero… -no alcanzó a terminar la frase cuando él intervino-
Ringo: Claro que sí. Lo hubieras dicho antes. ¿No preferirías ir a la nuestra mejor? Para que no te sientas tan sola, si quieres…
Izzy: Qué amable. Está bien, gracias.
Se despidieron sólo de Rita, ya que toda la gente se había ido. Luego se fueron al auto.
George: Adiós, hermosa Rita… Cuída…-le interrumpe-
Ella no se aguantó más y de la nada lo besó. George la sigue y coloca sus manos en su cintura.
Rita: Adiós, George. –le guiña un ojo y entra rápidamente a su casa-
George luego de aquel adorable escena sube algo aturdido por el beso.
Ringo: ¿Dónde está John?
Izzy: Tampoco está Kate… George, ¿no los viste por ahí?
George: ¿Ah? –estaba ahí, pero sus pensamientos no, sino que todos estaban enfocados en Rita-